Evaluación de Suelos

Tema 4. Evaluaciones para fines específicos. Esquema de evaluación FAO. Evaluación para riego USBR. Bibliografía.


Evaluación USBR de la capacidad para riego (The Irrigation Suitability Classification of the Unites States Bureau of Reclamation USBR, 1953/1973).
 
La estimación de la capacidad de la tierra para la irrigación es básica en los planes de desarrollo por ser los cultivos de regadío la forma de uso más productiva en agricultura y es especialmente interesante para las regiones áridas y semiáridas.
 
     Las características y cualidades de la tierra, necesarias en la evaluación con fines de irrigación, son de carácter climático, edáfico, de drenaje, hidrológicas, topográficas, de vegetación,  técnicas, económicas, sociales y políticas. Es por ello que la planificación regional de un proyecto de irrigación necesita de soluciones multidisciplinarias.
 
     Es un sistema clásico, muy empleado, que se basa en la existencia de correlaciones entre los diferentes factores que afectan la productibilidad bajo riego. La consideración de condicionantes económicos, como base de partida, dan lugar a unas clases de capacidad más realistas.
 
     La viabilidad de la transformación se mide por la capacidad de pago potencial con vistas a la amortización del proyecto, el mantenimiento a largo plazo la productividad de la tierra previniendo la erosión, la degradación de la estructura, la salinidad y el anegamiento continuado. La capacidad de pago compara los costes de transformación y producción frente a la capacidad productiva potencial. Esta última es función del clima, suelo, topografía (inclinación, relieve y posición), cantidad y calidad del agua de riego y drenaje del sistema.
 
     Las clases se definen como categorías de tierra que tienen similares características que influyen en la aptitud para el regadío. El sistema USBR establece seis clases para evaluar la idoneidad de los suelos para soportar regadío. Los parámetro utilizados y sus rangos se reproducen en las correspondientes tablas.

     Para evaluar se utilizan tablas que manejan parámetros correspondientes a: 1, 2, 3, 7 y 8 suelo, 4 productividad, 5 coste de la transformación, 6 necesidad de agua: De las cuales el edafólogo puede valorar los puntos relacionados con el suelo y serán otros especialistas (ingenieros, hidrólogos, economistas,  etc) los que se ocupen de los otros aspectos.

    

     Para facilitar la lectura de los mapas de evaluación, sobre cada unidad cartográfica se escribe una fórmula más o meno compleja en la que quedan reflejadas todos los datos representativos.

    

     En un estudio de planificación regional las distintas clases evaluadas se reflejan en unas unidades cartográficas que se son representadas directamente en los mapas en los que resulta fácil dilucidar cuales son las zonas que presentan mejores cualidades para su transformación en regadío.

 

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