Génesis

 

La formación de un horizonte argíllico se origina como resultado de la actuación del proceso de eluviación - iluviación, el cual puede ser explicado de la siguiente manera:

Cuando se produce la llegada de las precipitaciones atmosféricas sobre la superficie del suelo,    
las lluvias se infiltran a través del horizonte superficial    
Las arcillas de estas capas se movilizan al dispersarse y pasan a suspensión.    
Estas suspensiones migran, por la acción de la gravedad, a través de los macroporos, hasta los horizontes profundos, los cuales se encuentran secos.    
Los microporos, por su mayos poder de succión, absorben el agua desde los macroporos.    
Las arcillas de la suspensión (por su tamaño de partícula) no pueden pasar a través de las paredes de los macroporos y se concentran sobre ellas y al ir cediendo agua progresivamente se va formando una fina capa que recubre las paredes.  
Finalmente al desecarse completamente las arcillas quedan aplastadas sobre las paredes y debido a su hábito laminar quedan fuertemente orientadas entre sí, formando una lamina paralela.    

En el siguiente periodo de humedad el proceso se repite y como consecuencia la película aumenta de espesor. Estas películas se llaman revestimientos o cútanes por su distribución y de iluviación por su origen (clay coating, en inglés).  

De manera similar, cuando las suspensiones mojan a los agregados del suelo, dejan finas películas de arcilla sobre su superficie.  

 

 

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